Tras una temporada en la que he sufrido una serie de cambios tanto sociales como personales me dirijo a vosotros, mis fieles seguidores libertinos para seguir inculcándoos las artes del libertinaje y el placer tanto mutuo como acompañado (en un numero infinito de maneras y de participantes, a más participantes, mayor es el placer)
Aquí desde mi cama y con un pequeño block y un bolígrafo escribo estas palabras como lo hacían antaño mis sabios predecesores de los cuales me inspiro antes de ser trasladadas estas palabras al formato cibernético en este nuestro espacio al que he llamado “El rincón de Dolmancé o el arte de la Perversión".Un espacio en el que no existe la censura, censura de la que discrepo y sobre todo de la de los medios de comunicación que evitan la desnudez y el sexo mostrando la carnaza de la fiesta de la violencia mostrando las atrocidades y miserias humanas. Medios que muestran ataúdes, gente sufriendo, siendo maltratada pos sus semejantes, gente doliente que son mostrados a millones de personas sedientos de morbo macabro. Estos medios que censura con una gran doble moral un cuerpo desnudo distorsionando la imagen para evitar la excitación y el placer de comtemplar la belleza de un cuerpo desnudo. ¿Por qué hacer tabú de algo tan bello y placentero como el sexo y sin embargo nos muestra la crueldad y la miseria humana? ¿Por qué esconder nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestra libertad de expresión?.
Amigo libertino, aquí te propongo estas cuestiones para tu propia reflexión y sirvan de ejemplo la construcción de un nuevo concepto milenario que nació hace siglos en los que el ser humano no estaba sujeto a una moral restrictiva sin a un concepto de vida en el que la virtud llegaba a trabes de la naturaleza y el conocimiento de nuestro cuerpo y el cuerpo de nuestro semejante. Donde a parte de ser seres reproductivos somos seres para dar y recibir placer. O aquel que es el llamado hijo de la divinidad (de cuya existencia de esta divinidad discuto) no probó el placer de la carne?. Por supuesto que aquel al cual admiro por ser un revolucionario y anticiparse a su tiempo y sacrificó la vida por los demás se sintió amado y recibió y dio placer a la voluptuosidad del mejor regalo que cualquier ser humano puede recibir: los placeres del SEXO.
Lo que pasa es que los que se suponen que tienen que seguir estas ideas de revolución hacen todo lo contrario, rechazan toda humanidad en pos de la divinidad y castigan la voluptuosidad y el placer además de tacharlo de sucio y chabacano. Estos mismos que condenan desde sus dorados púlpitos dorados o desde minaretes a la mayoría de los mortales al hambre, a la escasez y a matarse por algo de los que ellos dudan de su existencia y extiendes sus mentiras a generaciones y generaciones de incautos, rechazando el juego de la PAZ, el placer y el LIBERTINAJE.
Así nos va, querido libertino y por eso te animo a tu propia reflexión y que tu mente discurra y te guíe por este valle de sombras hacia la luz de la razón y la libertad.
Y aquí en plena noche y acostado en mi cama apunto de entregarme a los brazos de Morfeo me despido con la tranquilidad de haberme expresado con libertad, sido leído y haber tocado alguna fina sensible en vuestro inteligentes y libertinos cerebros.
Y sin mas me despido hasta otra ocasión:
UN SALUDO LIBERTINO
DOLMANCÉ
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